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Paseando por la Granada clásica, descubriendo nuestro pasado

Bajo la Granada del turismo masivo del Mirador de San Nicolás, tras los muros de un Carmen del Albaicín, en un aparente campanario de una iglesia cristiana o entre las columnas de un baño árabe se esconde otra ciudad cuyos secretos han de ser revelados desde la indagación arqueológica. Desentrañar estas claves para darles un sentido conjunto supone ofrecer otro plano del devenir histórico de una ciudad que, frente al tópico generalizado, que parte de la premisa del conocimiento casi absoluto de la historia local, tomando como base la copiosa información disponible para la Granada musulmana y cristiana, aún tiene que descifrar y reinterpretar una gran parte de su pasado en lo que al periodo romano se refiere.

Desde el siglo XV y XVI la aparición constante de vestigios de la presencia romana en la zona alta del Albaicín evidenciaban la existencia de un núcleo poblacional bien organizado, cuyos muros, sin ir más lejos, siguieron reaprovechándose como relleno o soporte de las construcciones del momento. El conflicto que generó el desapego hacia estos materiales surgió en el siglo XVIII cuando el padre Flores, canónigo de la catedral de Granada y una especie de arqueólogo aficionado que había excavado rudimentariamente el foro de la ciudad, comenzó a falsificar piezas y a enterrarlas para que se identificaran como auténticas por intereses particulares. Desde entonces, la arqueología romana estuvo bajo sospecha pese a que, en paralelo, continuaban localizándose objetos de todo tipo de indudable adscripción romana.

La aparición en los últimos años de un sarcófago romano en la plaza de Villamena, los descubrimientos de los restos de unas termas en pleno Albaicín y de la imponente Villa de los Mondragones indican el largo camino que queda por recorrer para determinar los límites y dimensiones de una ciudad velada y semioculta que continúa sorprendiéndonos. Con este cuaderno de viaje pretendemos poner a disposición del alumnado una forma amena y didáctica de emprender un viaje en el tiempo, hacia un pasado que habrá que ir conformando calle a calle y piedra a piedra, pero que supone contemplar con un nuevo filtro la realidad cotidiana que nos rodea.

(Versión PDF): Emilio Canales Muñoz. Paseando por la Granada Clásica

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