Se nos antoja que, si existe un territorio del Imaginario, sus población privilegiada, natural, deben ser los niños y las niñas. Mientras que los adultos participamos de las vicisitudes y acontecimientos de este territorio -con sus dioses, monstruos, viajes y otras intensidades- de una manera oscura, difícilmente traducible, envuelta en sueños, neurosis o poesía, la infancia, por el contrario, habita este país como un espacio luminoso y pletórico de sentido. Un sentido que se va perdiendo con el crecimiento; un sentido que, por desgracia, nuestra cultura maniata y ahoga.
Por eso, para aquellos que todavía sentimos la llamada de las sirenas del Imaginario y, contagiados de la curiosidad de Ulises, nos precipitamos cuando podemos dentro de sus mares procelosos, ahondar en el imaginario infantil no solo constituye un placer: también supone el establecimiento de una ruta, una apertura.
Y, en ese sentido, no consideramos una causalidad que, a lo largo del curso pasado, desde el CEIP “El Torreón” se pusieran en contacto con nosotros para proponernos que editáramos en la editorial de nuestro instituto -los Cuadernos Montevives- los materiales imaginados, escritos y dibujados por sus alumnos y alumnas de cinco años, dentro de su programa “Libros Viajeros”.. Por nuestra parte, nos temamos esa propuesta como lo que era: un regalo. El regalo de las palabras e imágenes de esos niños y niñas, ciudadanas y ciudadanos de del inagotable país del Imaginario.
El resultado ha sido la edición de dos volúmenes, escritos por estos niños y niñas, en los que dan rienda suelta a su fantasía y a una maravillosa experiencia de quehacer artístico colectivo.
Los libros se llaman La máquina del tiempo y La estrella y el agujero negro. En ellos se puede comprobar cómo el imaginario infantil puede desplegarse si se producen los estímulos adecuados, y cómo las temáticas fantásticas adquieren una dimensión particular cuando son sentidas y expresadas por los más pequeños y pequeñas.
Es una alegría participar en este tipo de iniciativas. Por eso queremos agradecer a los niños y a las niñas del CEIP “El Torreón”, a su profesorado, a sus familias y a su directiva la oportunidad que nos han brindado de poder poner su magia en papel y tinta. Esperamos seguir haciéndolo en un futuro.